L.A.I.A. es una organización sin ánimo de lucro, que busca mejorar la comunidad creando espacios para la expresión y el entendimiento en las distintas ciudades con mayor diversidad étnica y cultural del mundo, creemos en la importancia de la integración para el crecimiento del individuo, la familia y la comunidad; y el Arte y la Cultura son los medios perfectos para lograrlo.

POR GENTILEZA DE UNA GRAN AMIGA Y MEJOR MUJER, MÓNICA IVULICH, ESTAMOS PRESENTANDO L.A.I.A. ARGENTINA, QUE SE ACOPLA , A LAS SEDES QUE ESTAN TRABAJANDO EN LATINOAMÉRICA Y EUROPA
- ( en EEUU CLIKEA EN :http://jurukan.wixsite.com/laia ), O Latin American Intercultural Alliance EN FACE BOOCK, PARA VER LA DE ESPAÑA CLIKEA : Laiaes España Intercultural )





"Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de “un fuego”, nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas, que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen."( Mónica Ivulich)

UNION, TOLERANCIA Y PAZ

AGRADECEMOS A LA SRA. GRABRIELA ARIAS URIBURU POR ACEPTAR EL MADRINAZGO DE ESTA SEDE ARGENTINA!



FUNDADORA DE L.A.I.A. ARG . SRA. MARTA RODRIGUEZ
15-5937-0502

TODAS LAS RAZAS, TODOS LOS CREDOS...

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coronavirus 2020

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COVID*19

miércoles, 14 de marzo de 2012

¿Qué es la autoestima?

Es la creencia profunda que tengo con respecto a mi valor como persona.

Es una creencia profunda que está más adentro de los pensamientos que produzco normalmente en un momento cualquiera. Pertenece a una capa de pensamientos grabados en mi mente, generalmente poco concientes, y con una gran autoridad o capacidad de determinación.

Ejemplos de esas creencias profundas son:
“Yo no sirvo para eso”
“Soy tímid@”
“Soy fe@"                           
 
Son pensamientos que en algún momento de mi vida acepté como verdaderos y de allí en adelante les permití que definieran mi vida.
 
Desde entonces determinan la manera en que pienso. Determinan el tipo de pensamientos que admito en mi mente y determinan la dirección – constructiva o destructiva – de esos pensamientos.

Dichosamente, como veremos en otras páginas, las creencias se pueden modificar. Ahora lo que quiero es ver el panorama general...
 
Cuando hablamos de trata de mujeres hablamos de personas, no de blancas
Ante las expresiones del subsecretario de Derechos Humanos José Luis Valenzuela creemos necesarias algunas reflexiones: la esclavitud de personas en el siglo XXI no es algo nuevo en la historia de nuestro país. A fines del siglo XIX, las corrientes migratorias que venían de Europa traían consigo costumbres que hoy en día siguen siendo practicadas por infinidad de inescrupulosos y ávidos de dinero.
                                      

Entre estas costumbres se encuentran los antecedentes de las hoy llamadas Redes de Trata de personas.
Según el investigador Gerardo Bra (1999), en 1879 llegaron a la Argentina los primeros inmigrantes judíos. Entre ellos se encontraba un grupo de polaco, rumanos y rusos que se dedicaron al negocio de la prostitución con mujeres, en su mayoría polacas que traían engañadas de Europa del Este (Polonia, Rusia, Ucrania, entre otros).
Este grupo, con la promesa de casar a las mujeres con inmigrantes radicados en la Argentina convencía a sus familias, por lo general campesinos analfabetos, para que autorizaran el viaje. Estas situaciones eran posibles porque los rufianes aprovechaban las humildes condiciones de vida que tenían las familias de las que procedían estas muchachas.
Pero en Argentina todo era distinto, en una tierra extraña, con un idioma incomprensible, pronto irían a para al infierno de la explotación sexual. Según investigaciones fueron más de tres mil mujeres las que corrieron esa suerte. Cada día tenían que atender a cincuenta clientes, que pagaban 2 pesos cada uno por el servicio de esas polaquitas, cuya cotización era inferior a la de las francesas, que recibían 5 pesos por el mismo trabajo.
A nuestro país llegaban en barco al río de la Plata en conjuntos de diez o doce mujeres. Desde Buenos Aires las distribuían al resto del territorio y luego eran obligadas a ejercer la prostitución.
Cuando hablamos de trata de mujeres con fines de explotación sexual, hablamos de la forma más terrible de violencia hacia las mujeres, y la historia nos muestra que aún hoy está vigente el concepto de mercancía que se tiene del cuerpo de las mujeres, a través de patrones culturales fuertemente arraigados en nuestra sociedad, que de alguna manera naturalizan la violencia ejercida hacia las mujeres.
Es por ello que las funcionarias y funcionarios públicos en representación del Estado y de toda la sociedad deben cumplir un rol importante en este proceso de lucha contra la trata. Deben referirse a la problemática de trata de personas, utilizando un lenguaje acorde. En ese sentido, lamentamos los dichos del subsecretario Valenzuela, quien expresó que mientras exista alguien quien lo pague, habrá trata de blancas. Consideramos que ya no hay lugar para eso. Es un término añejo, que abordaba una realidad distinta de la actual: una época cuando las negras, las indias podían ser legalmente esclavas y sólo se consideraba trata el comercio de cuerpos de mujeres blancas, mayoritariamente polacas y francesas. Hoy no es legal comprar y vender personas de ninguna raza, etnia, grupo social o lugar de residencia. Es más, los proxenetas no hacen distinción de sus víctimas por esas causas.
Insistimos, el lenguaje no es una cuestión menor, y es una responsabilidad mayor para un funcionario de Derechos Humanos conocer la problemática.
NANCY SOTELO
(Movimiento de Mujeres Juana Azurduy)
Resistencia

La Matanza: territorio de explotación sexual y laboral


DENUNCIAN COMPLICIDAD DE FUNCIONARIOS

Por Ángela Tobar
atobar@periodicosic.com.ar

La prevención, concientización y sanción en el tema de la trata no existen en el Distrito. Organismos sociales exigen “más control y transparencia”. Aseguran que “no hay voluntad de trabajar en este tema y los nudos de corrupción que hay dentro del sistema judicial, policial y el sector político obstaculizan el trabajo en terreno”.
Voces especializadas en el tema coinciden en que “el dinero que mueve este ilícito es el eje transversal que obliga a los funcionarios que deben controlar a mirar para otro lado”.
Según el artículo 3 del Protocolo de Palermo, por Trata de Personas se entenderá “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación”....

http://periodicosic.com.ar/2012/03/la-matanza-territorio-de-explotacion-sexual-y-laboral/